jueves, 12 de marzo de 2009

tengo respuestas para usted

Creo definitivamente que el ser humano, sólo por el hecho de serlo debería tener derecho a tres cosas:
a) llevar cinta aislante encima para poder ponerla a aquella/s persona/s que le están incomodando de manera impotante.
b) llevar incorporado en el coche unas cuchillas retractiles capaces de agujerear la chapa del automóvil que se te acaba de cruzar.
c) llevar un desodorante capaz de interceptar y anular el hedor que desprenden ciertos seres que pululan por ahí.

la opción a) es consecuencia de mis vivencias en el tren. Ayer estaba sentado a las 6:56 de la mañana acomodándome y buscaando ese ángulo imposible que haga posible un sueño reparador de 45 minutos hasta el centro de la "city". Y se sienta, la Trini.
"No, no, no, me cago en todo"- pienso.
Mi experiencia ferroviaria me aporta un vagaje como para saber al instante si la persona que se me ha sentado delante me va a dar el viaje.
Bingo, va y se pone a hablar de cómo limpia ella entre las baldosas del wc y cuál es el mejor producto.
Señora, son las 7, las vías del tren están recién colocadas, TODO EL TREN está en silencio, no le dice nada eso????

la opción b) es fruto de la experiencia-aventura de los viajes al cole en coche (pocos años por cierto) con mi madre. Sin duda, la peor conductora de la historia (hace un stop cuando está dentro de una rotonda, con dos Guevos) pero sin ningún accidente en su haber. Increíble.
Cada vez que alguien se le cruzaba (algo habitual del tráfico de la ciudad condal), solía decir:
"Me encantaría tener un tanque y chafarte el coche". Tiempo después, ví que esa frase la decía mi Santo padre, deduje que mi madre se la copió.

la opción c) es consecuencia de las vivencias con Audrey. Tiene un sentido del olfato muy desarrollado (y ahora más) y cualquier olor raro le pone nerviosa. Es capaz de incrustar su nariz en la manga de su jersey para inhalar su colonia para así neutralizar el enemigo.
"No entenc que la gent no es dutxi"- diu sovint.

en fin, los tiempos de guerra y crisis, requieren medidas de choque y hondo calado.

martes, 10 de marzo de 2009

carta de un padre a un hijo

Vienna, 19 de septiembre de 2009.

Hola hijo;
¿Cómo te va? Espero que todo te vaya bien, seguro que te cuidan mucho allí en el "bombo de la vida" como le llama el bueno de Javier.
Hace tiempo que no nos vemos, demasiado quizás. Dicen que has crecido mucho en los últimos tiempos, ya eres todo un mozalvete.
Tan sólo decirte que aquí en Vienna el tiempo es bueno y cada día mejora. El sol parece haberse instalado en la fría ciudad austríaca. Tu madre te manda recuerdos.
"Tápate, come bien, duerme mucho"- ya sabes, cosas de madres.
Por aquí todo está tranquilo, esperando que es gerundio pero somos pacientes. ¿Tienes decidido cómo vendrás? Pepe me ha recomendado los aviones pero ya sabes que yo siempre he sido más de tren. El viaje es más sosegado, más lento pero te permite captar ciertos detalles que el "chisme a reactor" simplemente los ignora.
Tus primas te añoran, y ya piden la hora. "Piden más que el gobierno"- como solía decir Isa.
En tu anterior misiva preguntabas "pels avis" y la abuela.... pues ya sabes con sus temas, sus historias pero felices de verte una vez más. A la abuela ya la han declarado "pensionista oficial", está encantada de poder pagar sólo la mitad del billete del autobús.
Y el resto de la família bien. Juan sigue con sus incursiones nocturnas en la anciana Vienna. Martín sigue inmerso en la apertura de su pequeño negocio de peletería, las cosas le van bien. Y de Francisco, pues tan trasto como siempre...

En fin, nos vemos en breves.

P.d.- no olvides traer un buen pacharán para brindar juntos.

Firmado;

Tu padre.

jueves, 5 de marzo de 2009

digamos que soy Dios

Noche cerrada de invierno. La lluvia no ha dejado de caer en todo el día. El frío se ha instalado en la ciudad como el mejor de los okupas. Es viernes, hay mucho movimiento pese a la cortina de agua que está cayendo. Estoy plantado en medio de Times Square rodeado de millones de "inputs luminosos" que no paran de bombardear mis retinas, no soy capaz de retener tal alud de información visual. Tengo la sensación de estar viviendo en un de esos videoclips donde las imágenes se aceleran adrede para crear un bonito efecto óptico con las luces.
Soy capaz de aislar el ruido humano provocado por los claxons y las sirenas y quedarme tan sólo con el de la lluvia. Llevo gabardina y una boina de lana gorda.
Miro el reloj, son las 8:45. De pronto, tengo prisa. Es como si estuviera viviendo la vida de otro, pero los pensamientos no me abandonan, son los míos.
Cruzo la calle, camino un par de manzanas y me planto delante del teatro. todo está iluminado, la gente hace cola, no sé porqué paso de la cola y me dirijo a la puerta lateral.
Hola Jimmy- saludo cortesmente.
Hola Sr. De Niro- me responden.

Subo las escaleras, y sin saber cómo estoy en un camerino. La decoración es austera. Un par de botellines de agua, un vaso ancho y bajo, un cubo con hielos y un Mc Callan, 12 años. Me sirvo y bebo un trago largo. Tengo la sensación de estar "on fire".
Entra Lisa, la maquilladora.
Hola Robert- y me planta un beso en la mejilla.
Hola Lisa- me apresuro a borrar su huella labial de mi cara.

Pasan unos 15 minutos, entra Larry y me dice que me toca.

Bajo las escaleras, paso por el backstage y salgo al escenario.
La gente aplaude, ruge de emoción.
Hablo. Ríen. Vuelvo a hablar. Vuelven a reír.

Soy Dios y ellos mis seguidores.

miércoles, 4 de marzo de 2009

hierba recién cortada

Me despierta una mujer joven, vestida de uniforme con su nombre bordado en el bolsillo de la izquierda. No alcanzo a leer su nombre. Me ha preguntado cómo me encontraba hoy.
Bien- respondo lacónicamente.
No me suena su cara, pero parece evidente que la mía le es muy familiar.
Desayuno madalenas con leche y pasas. Leo el periódico y no me suena ningún nombre ni de la portada ni de las noticias interiores. Me voy a la sección de opinión y leo un par de artículos buenos, muy buenos. El estilo me es familiar pero, de nuevo, miro el nombre de los autores y ni idea.
Suena el teléfono, lo cojo.
Hola papá, cómo estás?- me dicen desde el otro lado del hilo.
Mmmmm...ehhhh- balbuceo sin parar. Estoy aturdido, papá? Desde cuándo tengo una hija. No era consciente. Todo me suena raro como si fuera nuevo.
Medio distraído cazo al vuelo, la última frase que me dice mi "hija", vendremos a verte.

Cuelgo. Inmediatamente entra un hombre joven de unos 45 años, pelo engominado y acierto a ver el nudo italiano de su corbata que se esconde debajo de su bata.
Me saluda y me pregunta qué tal.
Me hace sentar y me enseña fotos, muchas fotos. Me pregunta si me suenan. Son fotos de personas de todo tipo, mayores, jóvenes, niños. Sus caras no me provocan recuerdo alguno. Eso me provoca agitación y frustración, creo que ya sé por donde va el "batero".

Me lanza un discurso interminable, no escucho, me ausento mentalmente. Al final, me impone que escriba lo que hago cada dia a modo de terapia.

Miro por la ventana. La abro. Me viene el olor a hierba recién cortada. Recuerdo esas tardes de verano cuando Josep, el jardinero, entraba en el jardín y me pedía que enchufara la máquina cortacésped y pelaba la alfombra verde. Mmm, qué recuerdos.

martes, 3 de marzo de 2009

a qué hora pasa visita?

Que tus padres marcan tu existencia desde el minuto cero es indiscutible. Como en todo, puedes salir ganando o perdiendo. No voy a entrar en definir la infinidad de cosas que te influyen a lo largo del viaje.
No obstante, es curioso ver cómo algunos rasgos o características de alguno de tus "viejos" te afecta en mayor o menor medida.
Hoy me ha vuelto a pasar algo que ocurre con cierta frecuencia:
"Oye tú que de esto algo sabes.....(silencio de un segundo)....Qué son los linfocitos?"
"Mmmmm....hombre, yo no soy médico, la verdad que puedo cagarla y mucho si te digo lo que estudié en 5º EGB en Ciencias Naturales"
"Vale y qué recuerdas...??"

Hola, mi padre es médico PERO YO NO, YO NO, YO NO. MIS HERMANOS TAMPOCO, ELLOS TAMPOCO, ELLOS TAMPOCO.
Yo no sé si con el resto de profesiones pasa pero con esta es la monda. La gente te consulta cosas, linfocitos aparte, que a mí no me suenan de nada.

"Cuántos huesos tiene el cuerpo humano'?- me pregunta
" No sé pero más que los escrúpulos que tuvo tu madre con el fontanero de tu padre, lelo"- suelto sin despeinarme.
"Seguro que no te apellidas House?"- replica indignada.

Y si mi padre fuera El Padrino, alguien tendría huevos de preguntarme:
"Oye tú que de esto algo sabes, cómo corto la cabeza de un caballo y la meto en la cama de alguien?"

Y si fuera Don Johnson:
"Oye tu padre donde se compra esas americanas horteras arremangables?"

Y si fuera ...

en fin, menos consultas de mercadillo cutre, menos automedicarse y más caso al de la bata blanca!