domingo, 27 de febrero de 2011

Carta a Marcos

Adiós Marcos.
Adiós por muchas cosas y por ninguna en particular.
Me voy, de hecho cuando leas esto ya estaré muy lejos. Sé que es feo por mi parte, coger e irme así. Pero no puedo. Sufro cada día al verme y sobre todo al verte.
Han sido 13 años de convivencia más los 2 que estuvimos de novios. Gracias por haberme dado los años más felices de mi vida. Y gracias también por habernos metido en el infierno actual. Esto no es vida. De hecho, somos unos muertos que respiramos de forma mecánica pero…muertos al fin y al cabo.
Te adoro y te odio. El Dr. Antúnez dice que tengo desdoblamiento de personalidad que a ratos soy Dr. Jekyll y luego paso a ser Mr.Hyde. Yo, la verdad, no lo distingo. Estoy harta de psiquiatras, loqueros, pastillas, hospitales, palmaditas en la espalda y compasión.
La puta compasión! Harta del “todo se va a arreglar”, del “no pasa nada”, del “podría haber sido peor”. Estoy hasta los huevos (si tuviera) de llevar un pañal cada día. Tengo 40 años y llevo pañales, aunque eso tú ya lo sabes. Cada vez que veo el anuncio de Concha Velasco anunciando las compresas para la incontinencia, cogería una motosierra y la abriría en canal.
Esto saca lo peor de mí. Tengo llagas, tengo el culo en carne viva y el Hemoal no sirve de nada.
Y todo por qué? Porqué el señorito se empeñó en que yo tuviera el culo de Jennifer López y las tetas de Paz Vega. Que me había dejado, decías. Qué no me había recuperado de los partos! Que Manuela, la mujer de Juan lucía fantásticos escotes y llevaba pantalones ajustados gracias a haberse operado.
En qué momento te hice caso. Lo hice para que me dejaras tranquila, eras un martillo pilón.
Te digo el resultado? Creo que lo sabes, el esfínter seccionado. De ahí mi incontinencia. Me cago encima. No puedo llevar una vida normal. Tengo una depresión de 8 caballos juntos.
Eso sí, las tetas fantásticas!

Cabrón. Adiós.

martes, 22 de febrero de 2011

harto vs encantado

Harto de Gadhafis, Mubaraks y Buteflikas.

Harto de Sálvame Deluxe, Donde estás corazón, y el Tomate.

Harto de Piqué y Shakira.

Harto de la palabra crisis.

Harto de los bancos y cajas.

Harto del gobierno, actual, pasado y futuro.

Harto del paro.

Harto de elecciones. Todo es mentira.

Encantado de disfrutar de un cd nuevo.

Encantado de viajar a una ciudad nueva, Roma. Aunque sea por curro y por un sólo día.

Encantado de volver a ser papá.

Encantado con el yogur natual, cada día me mola más.

Encantado con mi ducha, ya no deja humedades en la pared.

Encantado con mi blog.

Lo dicho, para gustos,...colores.

jueves, 17 de febrero de 2011

Mis conversaciones en un Taxi (I)

Empieza aquí un ciclo de mis conversaciones con uno de los mejores gremios habidos y por haber, el “tasis”. He de decir que es un tema apasionante. Las conversaciones son absurdas, profundas, intensas, mundanas y a menudo delirantes. No diría que soy un cliente fiel pero sí habitual sobretodo en mis trayectos a los aeropuertos y estaciones de tren. Interesante también es destacar las diferencias sociológicas entre los taxistas españoles y los del resto del continente. Pero eso, lo dejamos para otro post.

Por mi experiencia he conseguido dibujar cuatro tipos de taxistas: 1) el profesional, 2) el “ray-ban”, 3) el subcontratado-explotado, 4) el Fary.

1) El profesional
El taxista que lleva el coche impecable, ni una mota de polvo. Suele saltar de un brinco para acomodar tu maleta en el maletero de forma eficiente y sin remolonear. Lleva máquina para cobrarte con tarjeta y te da todas las facilidades de pago existentes. La conversación es amena y correcta.

2) El ray-ban
Dícese del taxista que se esconde bajo una gafas “Ray-ban” enormes con forma de macarra que mi hermano tenía. A mi hermano le quedaban bien, aunque él siempre ha tenido un punto macarra. Suelen ser lentos y poco atentos. Si insinúas lo del pago con tarjeta consigues que se bajen las gafas hasta media nariz en plan amenazador. Son pesados y tienen un toque chulesco que no soporto. El coche está tuneado.

3) El subcontratado
Lo ves por lo hecho polvo que está el coche. Son taxistas que trabajan para el que tiene la licencia. El coche trabaja doble turno y eso se nota. No es muy atento pero al menos te deja en paz y no te da la paliza. Es posible que se sobe en algún semáforo porque llevara muchas horas currando.

4) El Fary.
Sin duda es el más “salao”. Suele ser un tío campechano, simpático y que poco le falta para invitarte a su casa a cenar o a la boda de su hija Layla en el bar de un amigo. El gadget indiscutible es el respaldo de bolas que lleva en su asiento. Es el símbolo de la marca Fary&Co. Suelen llevar música en la radio (Teletaxi por supuesto). Son ideales si tienes ganas de hablar, porque se enrollan como persianas. El uso de tacos es bastante habitual. Son fatales si quieres un viaje tranquilito.

Sin duda, mis preferidos son: 1) el profesional para viajes a hora muy temprana y el 4) para viajes para la tarde-noche o incluso de madrugada camino de algún garito.

Todos coinciden en una cosa, el tema está chungo. No hay trabajo.
Si queréis saber si la crisis va remitiendo, ellos os darán la respuesta. El día que los taxistas vuelvan a decir que el “tema tira”, será el día que ya no estaremos en crisis.

viernes, 11 de febrero de 2011

El zapato de la discordia

Hoy me he comprado unos zapatos. Hasta ahí todo bien.

Qué tiene de especial pensarás? Pues nada.

Lo curioso del tema es que tengo los pies pequeños. Sí, pequeños qué pasa?
El tamaño es relativo se suele decir (o al menos lo dicen las chicas para subir la moral de los poco dotados, si son educadas o les dan lástima).

Bueno, ese no es el tema.

“Doctor, tengo los pies pequeños.”- le digo al Dr. M.

“Lo sé, hijo. Yo te los operé. Recuerdas?”- resuelve el citado Dr. M.

“Cierto, cómo olvidar ese “encantador” mes de agosto con la dos piernas enyesadas”- suelto con sorna.

“Tu quisiste que operáramos los dos a la vez”- rebota como un frontón mi padre, el Dr.M.

“Y suerte que así lo hice porque sino creo que ahora tendría un pie de cada. En fin, el tema es que me dijiste que los pies una vez operada la lesión degenerativa que siempre me ha impedido rendir en el deporte a niveles profesionales….”- contesto.

“Chorradas, tu nunca hubiera podido ser un as del deporte. Así que ves al grana Mariano”- dice el galeno.

“Pues que yo diría que recién operado, noté un ligero alargamiento de los pies. Lo cual me puso contento”- contesto.

“Lo que yo te dije”- Dr M.

“Pero de un tiempo a esta parte, creo que los pies han reducido su talla”- digo.

“Y eso?”- Dr M.

“No sé, últimamente voy a comprar zapatos y no encuentro. Todos me van grandes, incluso el 40. Aunque el 40 es el que cojo, porque tampoco me va tan grande”- suelto.

“Mmm…”- Dr M.

“Mmmm, qué?- respondo mmmmmosqueado.

“No has pensado que a lo mejor son las empresas las que han cambiado la numeración?”- resuelve el Dr.M, locuaz como siempre.

“Sí, lo he pensado! Mierda, son unos cabrones ya vuelvo a tener el complejo de pies pequeños!!!!”- chimpún.

martes, 8 de febrero de 2011

Bye Bye Mallorca

A menudo pasa que, estando en tierras anglosajonas, uno tiene la sensación de estar aislado de su mundo pese a ser Londres una de las grandes capital a nivel mundial.
Su condición insular juega un papel importante en dicho sentimiento.

Debido a mi trabajo la palabra España la oigo casi a diario, los datos sobre ella (casi siempre negativos) el pan de cada día y nuestra maltrecha reputación, nuestro particular vía crucis.

Pero creo haber dado con la solución. Salió de forma espontánea, soportando las incesantes bromas de mis colegas londinenses sobre la “bancarrota” de España, …

“Cómo está el país que va a entrar en bancarrota?”- me suelta J.

“Bien gracias. El sol sigue saliendo a diario, lo cual para vosotros es una utopía. Y tranquilo, sobre la bancarrota siempre puedo recurrir a Oliver (compañero alemán de pura cepa) para que acuda en mi rescate”- suelto con sorna.

“Qué te hace pensar que os ayudaremos?”- suelta Oliver.

“Porqué siempre lo habéis hecho y además tenemos los aeropuertos más modernos y más bonitos de toda Europa. Y los has pagado tú, amigo”- contesto.

“Si queréis nuestra ayuda, a cambio dadnos Mallorca”- responde Oliver.

mmm… Así que es eso. Claro, es una opción. Vendamos Mallorca a los alemanes. Total es suyo, de todas formas. Si vas a un bar te hablan directamente en alemán o como mucho en inglés. Aunque siendo puristas los ingleses también son legión en la isla. Pues la subastamos al mejor postor entre ellos.

Y los mallorquines? Mmm… a ellos entre pixapins o Helmuts o McArthurs, creo que se quedan con Helmuts!

Ya está, decidido.
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URGE VENDER PRECIOSA ISLA EN LAS BALEARES (no damos nombre pero es la más grande de todas ellas).

INTERESADOS, POR FAVOR QUE SEAN HELMUTS PREFERENTEMENTE.

SUPERFÍCIE: MUCHA (Y TODA URBANIZABLE)

TELEFONO: EL DE LA ESPERANZA

PRECIO: DAME ARGO PAYO, DAME ARGO!

lunes, 7 de febrero de 2011

Cuando James tamborilea, Maggie llora con fervor

Caminando por la calle principal un miércoles a medianoche todo se ve diferente después de lo que pudo haber sido y finalmente no fue. Triste y desolado, arrastro los pies con más pena que gloria. Nada llevo en las espaldas pero el peso hace que cada paso que doy me haga pensar que es el último.

La luz de la farola ensombrece mi pensar como si éste intentase volver a una lucidez que se desvaneció entre innumerables “ya te lo dije” y “lo ves”. Nada hacía pensar desenlace de tal magnitud aunque mis vísceras se agitan por mi clamorosa pasividad.

Ha dejado de llover aunque llueve sin parar. Contradicción que se me antoja indescifrable ahora y por los siglos de los siglos. Necesito que me absuelvan de mis pecados que en ningún caso son regionales o provinciales, capitales a todas luces.

Porqué. Rebota. Cojo aire.
Porqué. Rebota de nuevo. Pestañeo.
Porqué. Re-re-Rebota. Lagrimeo.

Las hojas mojadas se arremolinan en la alcantarilla a modo de presa dificultando el lógico devenir de lo que no hace tanto eran unas gotas o las consecuencias finales de la borrasca.

¿Porqué hay un anticiclón de las Azores y no hay una borrasca del País Vasco?

Lo soñé o realmente pudo ser? Imagino que eso quedará esparcido por el espacio y pasará a formar parte de eso bonito museo que se forma en las claras noches de verano.

No alcanzo a entender porqué cuando James tamborilea, Maggie llora con fervor.