lunes, 30 de enero de 2012

conversaciones de bar

“Siempre he pensado que las rubias estaban más buenas. Es un dato puramente objetivo. Intuyo que el FBI tiene una lista con una puntuación secreta de todas las tías del mundo y que si filtráramos por color de pelo, las rubias ganarían por goleada.Obviamente, es información clasificada de verdad, no la mierda ésa que de vez en cuando sacan de ovnis o conspiraciones contra El Presidente. Es información de alto nivel y actualizada de forma regular.También pienso que Google Earth es una copia mala del sistema que tiene el FBI para catalogar a las tías y que Gran Hermano se sacó como una herramienta para distraer al populacho.”- dice Jaime mientras apura la quinta jarra de cerveza.
“Pues Belucci está muy buena y no es rubia”- contesta Alessandro, con los ojos vidriosos y con la cabeza apoyada en su mano derecha, que a la vez se apoya en la barra.

“Mmmm…Mónica. Aja, ciertamente un cañón de mujer. Pero mantengo lo que digo. No digo que todas las rubias están más buenas que el resto, simplemente que el nivel medio es mejor”- Jaime contesta mientras pide otra ronda.

“En qué basas tus afirmaciones? Cómo juegan las teñidas, que por cierto son mayoría aquí, en tu estudio?”- responde Alessandro.

“A ver Ale, una afirmación así no se basa en nada. Están más buenas y punto. Y no me jodas con lo de las teñidas”- contesta tras un largo trago.

“Has visto a la camarera? Está buena, ehh? Se llama María”- dice Alessandro.

“Mmm…sí. Cómo sabes su nombre?”- Jaime se gira de forma poco discreta.

“No lo sé pero tiene cara de María. Los italianos tenemos un sexto sentido para eso”- alardea Alessandro.

“Así spaghetti? Perdona guapa, puedes venir un momento?”- grita Jaime.

La camarera se acerca con una sonrisa pícara,…

“Si?”- pregunta ella.

“Podríamos saber cómo te llamas?”- pregunta Jaime.

“María, porque?”- responde ella con cara extrañada.

“Joderrr, putos italianos”- suelta Jaime.

Y María se giró sonriendo y meneando el culo.



jueves, 26 de enero de 2012

El menú de los jueves...paella & algo más

Huiste con manifiesta nocturnidad,
De puntillas y sin apenas ruido,
Alegaste infinita tristeza y escasa maldad,
Recurrí trágicamente en busca de lo perdido.

El más cruel de los silencios,
La frágil ilusión ultrajada,
El más largo de los suspiros,
Y al final la nada.

Las espadas en alto,
Buscando lo que probablemente jamás tuve,
Amargas noches de whisky y asfalto,
Para admitir algo que ya no te incumbe.

Historias que vacían una vida entera,
Llantos que buscan un tímido consuelo,
Pérdidas que llenan una esquela cualquiera,
Y al final ni olivo ni mochuelo.

Sangre corriendo al galope,
Mentiras que bien valen una onza de oro,
Cicuta en casa del miope,
Emulando al romano en su foro.

miércoles, 25 de enero de 2012

crema de cacahuetes y mi yo interior

Era una de esas noches claras de verano que invitaban al optimismo y dónde todo parece cobrar sentido. Sería ese momento radicalmente opuesto a ese lunes de invierno que amanece lloviendo y dónde todo parece estar en tu contra. Ese día habíamos organizado una cena con amigos. Una de esas cenas de vino blanco, servilletas como Dios manda, postre y gin tonic. La tertulia estaba asegurada.

Joaquín traía a su flamante nueva novia, la cual se había hecho de rogar. Él estaba encantado, por fin dejaba de ser el “soltero”, el que hace de vela o de carabina. Lo llevaba muy mal. Además su último tratamiento antiacné había surtido efecto y allí dónde antes había una superficie rugosa ahora imperaba una capa fina y lisa. Había ganado autoestima, lo cual fue el factor determinante para encontrar la tan deseada novia. Sabíamos más bien poco sobre ella. Joaquín se había mostrado hermético, cosa habitual en él. Tan sólo que era americana.

Joaquín llegó en su coche destartalado pero que tantos recuerdos me traía. Largos viajes por España a una velocidad nunca superior a 90 km/h. Noches de fiesta demasiado salvajes para ser contadas. Era otra época. Salió como un resorte del coche y Peggy salió del mismo.

Sólo verla supe que el tema no acabaría bien. Me invité a mi mismo a dejar los prejuicios a un lado. Desde que hacía yoga, quería reforzar mi yo interior. El que se escondía en algún lado, entre el michelín de los 35 y la nostalgia de los 20. El que no prejuzgaba, el que sabía ver lo bueno de la gente, el que rebosaba optimismo.

Nos sentamos. Peggy seguía con su cara de cerdita en plena huelga de hambre. Desplegué mi mejor talante y simpatía, algo forzado, pero con la mejor intención. Joaquín bien merecía el esfuerzo. Respuestas parcas y comentarios huraños. Tiré de yoga.

El momento culminante llegó. Mi mujer, servía la riquísima tortilla de patatas. Peggy arrugó la nariz y dijo: “tenéis crema de cacahuetes para camuflar el sabor”?

Se acabó. Ni yoga, ni yo interior. A la puta calle.

Con el tiempo supe que Joaquín se casó con Peggy, se divorciaron y que se había comprado un flamante Cadillac. Ahí comprendí que le habíamos perdido.

lunes, 23 de enero de 2012

jaque mate

Verte ahí fue el preludio de lo que vino después. Fue la tormenta perfecta habría dicho mi psicoanalista. De todas formas, debería haber notado los síntomas, que no fueron pocos en los días anteriores. Haber recuperado del fondo del armario esa caja vieja oxidada fue una grata sorpresa al principio. Cuando la descubrí, sabía perfectamente lo que había en ella. Miles de cartas manuscritas. Algo que los jóvenes de hoy en día nunca alcanzarán a entender. Ellos se rigen por la ley de la instantaneidad, todo ha de ser ahora y no después. Hasta nuestros dedos muestran una diferencia clara entre ellos y nosotros. Ellos, tienen gastadas las yemas del dedos pulgares, nosotros tan sólo un costado de la primera falange del dedo corazón de la mano con la que escribimos.

Hacía tiempo que te esperaba pero no por esperado fue menos doloroso. Mientras leía lo que antaño recibí, mi cara se fue desdibujando al paso de cada letra, palabra o frase. Es como si aquella lectura me trasladara a los años dorados. Aquellos donde mamá cocinaba pasta al pesto cada sábado o papá alquilaba pelis VHS los viernes por la noche. Tiempos dónde lo que ahora parece una quimera antes era habitual. Esperar sentado comiendo pipas a que tu amigo llegara. Ahora un whatsapp lo resuelve todo.
Sabía que si venías a verme era cómo si el cura me hubiera dado la extremaunción o haciendo un símil ajedrecístico es como si me hubieras matado la reina y tu próximo movimiento me apuntara a mí directamente. Siempre fui persona poco dada a los formalismos, lo que tenía que ser que pasara cuánto antes. Fue así cómo afronté el cáncer de mamá y la degeneración rápida de papá. Era menos doloroso. Aún así, ahora es diferente. Cuando es uno el que aparece en las quinielas del día, los formalismos adquieren una dimensión especial, litúrgica se podría decir.

El hecho de que vengas a verme tras años de no vernos ni hablarnos te honra y me mata.



jueves, 19 de enero de 2012

Lo que pudo ser,...

No me cuentes milongas en vaso de tubo,
Abandona las poses de trampa y cartón,
No esperes que el cielo allane el futuro,
Busca un paraguas que defienda tu misión.

Llora lo que no has sabido reír,
Ríe más allá de su ignorancia,
Ignora sus cantos de sirena del fingir,
Finge el llanto de su consonancia.

Tristes cenas del pasado,
Vinos servidos en copas de amargura,
Historias relamidas en la palma de una mano;
Mentiras reflejadas en la luna.

Canciones en casa del maestro,
Besos grabados a cámara lenta,
Víctimas de un cruel ancestro,
Flores que nunca compensaron la venta.

martes, 17 de enero de 2012

el llavero, el bombero y las bragas

Salí de casa deprisa y corriendo como suelo hacer la mayoría de días. Recuerdo que me estaba poniendo el abrigo porque en plena maniobra táctica las llaves cayeron al suelo. Las pisé como no podía ser de otra forma. La mala fortuna y no mi habitual torpeza, fue la que hizo que las llaves acabaran colándose por la alcantarilla de la calle. En eso preciso instante, como si de un resorte se tratara me vino a la cabeza que olvidé coger la gorra y el bate de la suerte de Tom.


Mmm…mierda acerté a decir. De pronto me encontré estirado en el suelo, lo recuerdo porque hice una nota mental donde me sugería a mi mismo escribir una carta al alcalde denunciando la porquería que reina en nuestras calles. El caso es que me hallaba en una posición cual mecánico invertido (nada que ver con homosexual, simplemente boca abajo). Mi agudeza visual permitió que viera las llaves a una distancia razonable. Mi agudeza mental no vio que sería imposible acceder a ellas. Eso lo pensé cuando tenía el codo atascado entre el bordillo y la rejilla de la alcantarilla. En ese preciso instante me vino a la cabeza ese vídeo de Youtube, donde una tía medio colocada salía diciendo “la he liao parda”.

Efectivamente, ahí postrado en la calle viendo pasar a los siempre amables señores Smith, que hicieron caso omiso de mis plegarias más humildes. Eso sí, ellos cada domingo a las 12 en misa. Cabrones!! Total que vino Amanda, la vecina buenorra del quinto. Al principio, se descojonó al verme. Luego se descojonó al verme otra vez. Recuerdo que me dijo al verme tirado en el suelo, “no habrás hecho todo esto para verme las bragas hoy que llevo falda, no?” a lo que respondí sin pensar “bueno técnicamente lo que llevas es más un tanga”. Enseguida vi que la había cagado. Amanda me hizo un guiño con el ojo más de camionero que de señorita y me soltó “cuando escapes de tu trampa, te espero en el sofá”.

La portera, la gran Sra. Remedios me vio y llamó a los bomberos que llegaron. Primero se descojonaron, luego se descojonaron y luego me sacaron. Recuperé las llaves. Fui al partido. Me enyesaron el brazo. Y tuve que pagar los servicios de los bomberos. Y además ahora la del quinto me hace gestos de camionero salido de la Jonquera cada vez que mi mujer se gira.

lunes, 16 de enero de 2012

la importancia de tener quien te escuche

Hoy he tenido un mal día, Mildred.
Qué porqué? Los rusos se están mostrando impasibles y no emiten señal alguna. Eso es lo más frustrante de todo, andar a ciegas sin saber con qué te vas a topar ni siquiera conocer con qué están apuntando a los chicos. Estoy cansado de la ineptitud y lo cortos de miras de la plana mayor de nuestro ejército. Mucho uniforme pero pocas luces. Siempre he pensado que cuando les rapan el pelo, les cortan de cuajo los dos dedos de frente.
Cómo lo ves, Mildred? No contestas? Tú eres siempre tan cauta, tan polite. Nuestros emisarios en Cuba son incapaces de interceptar comunicación alguna de los rusos. Esto es un desastre y lo único que aportan los “medallas” es bombardear desde Moscú a Minsk pasando por La Habana. No miden las consecuencias. Lo único que miden es la longitud de su polla, Dios que ineptos!
Arrugas la frente? Sé que no te gusta que utilice lenguaje soez pero me sacan de mis casillas, los rusos y los “medallas”.
Qué hacer? Esperar a que los Nicolai de turno se manifiesten o dar rienda suelta a la imaginación enfermiza de los “medallas”?
Para que luego digan que soy el hombre más poderoso del mundo,….y estoy aquí con mi asesor más leal y más dotado, Mildred mi tortuga.

viernes, 13 de enero de 2012

carta a La Vanguardia....

En mi casa, cuando estamos indignados con algo, solemos recurrir a la coletilla "enviaré una carta a La Vanguardia", como si eso fuera a solucionar las cosas. Hoy por fin, lo he hecho.

A ver si la publican,...

Ojo por Ojo, Déficit por Déficit


La Generalitat pide que Madrid pague lo que debe. Lógico. Yo tengo dos hijos menores de tres años y en teoría deberíamos recibir algo más de 600 euros al año por hijo. Mi hijo mayor, H. (muy guapo por cierto), nació a finales de 2009 y sólo he cobrado la parte proporcional de ese año. Ni 2010, ni 2011. Mi segundo hijo T. (tan guapo como su hermano) nació en Abril de 2011 y nada. Haciendo un cálculo rápido, la Generalitat nos debe unos 1.500 euros. Sé que la respuesta será que no hay dinero. Que hay temas más prioritarios. Lo mismo que esgrime Madrid. No acepto el argumento de no te pago porque a mí no me pagan. El compromiso lo adquirió usted conmigo. Tan importante es el cumplimiento del déficit como el de la palabra. Los compromisos, las leyes y los contratos están para cumplirse porque sino al final esto va a parecer el Far West. Y la verdad, yo vestido de John Wayne pierdo mucho.


martes, 10 de enero de 2012

Paseamos?

Vientos fríos azotando el sentido común,
Conversaciones pendientes quedando a buen recaudo,
Remolinos de ideas invadiendo nuestra custodia compartida,
Sugus incapaces de seducir al gordito de la clase.

Historias tristes vestidas de puesta de largo,
Aplausos mudos al son de la lluvia,
Butacas cobijando falsas expectativas,
Flores con poco sol para tanto pecado.

Putas sin burdel pero con clase,
Lentillas tapando lo que el ojo no ve,
Pasos firmes en busca de la verdad,
Décimos de lotería que nunca tocarán.

Pagos que jamás serán cobrados,
Inteligencias lejos de parecer emocionales,
Justos pagando por pecadores,
Hermanos yendo en paz.

Vinos que forjarán el carácter,
Trenes llegando a la estación del pasado,
Nubes formando parte de la comitiva,
Cafés que no curarán la resaca.

lunes, 9 de enero de 2012

se trata de Ud.

Un día sin apenas percibirlo se dará cuenta usted que ha cruzado una línea. Es una raya que no se ve, que no se toca y que no sabe a nada. Miento, su gusto emana destellos de cierta amargura que combinan con la sensación de que el tiempo apremia. Usted se sabrá perdedor desde el primer momento en esta desigual batalla pero su sentido del deber para con los suyos le obligará a cerrar filas y apretar los dientes. Unos dientes que han dejado de lucir su esmalte sano y jovial de antaño y que de forma lenta se ha ido tornado en un color enfermo y sin vitalidad. No hay dentista para estos casos ni empaste clínicamente probado que adopte la forma de escudo que usted tanto necesitará. Buscará los rincones como medida preventiva y refugio aislado antes de salir a la palestra y ofrecer su mejor cara, como el político que se aísla en un camerino a memorizar el falso discurso que soltará ante la muchedumbre corta de miras y con ganas de oír dulces cantos de sirena. Tan sólo los grandes verán en usted que la luz se atenúa, sin perder la esencia pero mostrando un matiz inusual. Oscurece, pase en silencio por favor y que tengan usted una feliz noche.

jueves, 5 de enero de 2012

Katy, Alabama y otros proyectos

De ese día, recuerdo la luz tenue pero brillante que entraba por ese gran ventanal de la entrada. Llegué con varios minutos de adelanto. Cosas de los nervios. La dulce señora Page tomó mis datos y me indicó que me sentara para esperar la llegada del “Big Boss”. Yo era un niñato, imberbe de unos 24 años con escasos años de experiencia y que había acudido porqué el padre de la que entonces era mi novia, quería ficharme para el banco de inversiones.

Fui con más desgana que convicción y pensando en qué si no iba, ya me podía ir olvidando de los turgentes pechos de Katy. Recuerdo haber tenido más de un pensamiento lascivo (y guarro porqué no decirlo) mientras estaba en esa insufrible sala de esperar. Lo sé porque cuando los tengo se me escapa una sonrisita ladeada que me incrimina. El espejo de una de las paredes fue mi principal acusador.

El resto del tiempo lo de dediqué a pensar en el nuevo proyecto que había puesto en marcha, mi amigo A.M. printedcreativity/gramposters. Él era uno de esos personajes visionarios que vio que el futuro del arte pasaba por Internet, y más concretamente creó una web de venta de pósters exclusivos. La idea me seducía, tenía pensamientos lascivos pero de tipo empresarial.

Después de un rato pensé que mis niveles de testosterona tanto sexual como profesional estaban a cotas demasiado elevadas y que un café de la máquina del pasillo me ayudaría a atemperar esos impulsos.

Ahí que me fui. El café horroroso y los impulsos, lejos de decrecer aumentaron de forma geométrica. El “Big Boss” me iba a pelar. Lo cual no me molestaba, sólo pensaba en Katy y en unirme a A.M. en su proyecto. Me lo había ofrecido y tenía poco que perder. Si acaso, momentos geniales de pura creación.

Han pasado varios años, y ese proyecto fue un éxito y lo sigue siendo. A.M. y yo nos hemos retirado a un pequeño pueblo de Alabama para pescar langostas, beber y jugar a las cartas. Pura creación.

El Big Boss nunca llegó a recibirme. Ese día el banco de inversiones quebró y la siempre dulce Sra. Page me dijo que ése no era un buen día, que ya me llamarían. Y de Katy, ayyyy…..Katy!

P.d:- printedcreativity/gramposters es una nueva iniciativa que os recomiendo y que creo que os puede gustar. Familia, proyectos así levantarán el país (o no). En serio, pasaros por ahí!

miércoles, 4 de enero de 2012

La mujer de rojo

Percibo tu presencia pero sé que no harás ademán de saludar. Intuyo tus pensamientos pero sé que no abrirás la boca. Imagino tus inquietudes pero de nuevo sé que te mostrarás hermética.

No te diré que sé lo que sientes o por lo que estás pasando porque mentiría. Me he jurado a mi mismo que no mentiré más al menos de forma consciente. Basta de medias verdades o mitades falsas. Además apenas hemos hablado más allá de lo estrictamente formal o profesional.

Verte es como sentir ese triste y frío beso en la frente. Tiene su parte tierna por el hecho intrínseco de ser un beso pero es una mierda porque sólo hay una parte peor que la frente para dar un beso, el codo!

Para mí eres la mujer de rojo por el color de tu pelo. Nunca me han gustado las mujeres con el cabello teñido pero tú eres la excepción. Esa excepción que visito a diario con la inocente esperanza de ver que algo ha cambiado. Y cada día, de vuelta me siento como un triste domador sin león, un Cristo sin Ángel.

Llegaste una fría mañana de febrero, ese mes corto e inútil en plena travesía del desierto entre la excesiva navidad y la antigua semana santa. Al principio eras mujer joven, de unos 35 años con una fuerte conmoción cerebral y pérdida del sentido y leves cortes en brazos y piernas. Luego pasaste a ser la chica del coma que está en la UVI. Luego en planta pero seguías en coma.

Marzo nos deparó una breve y fugaz sorpresa. Abriste los ojos. Esos pequeños y no especialmente bonitos cristales que daban fe de que quizás algo estaba cambiando. Una flor no hace verano y menos en marzo.

Y aquí seguimos día tras día, sopa-caballo-naranja.

martes, 3 de enero de 2012

Ver la gente pasar

Este año cuelgo las botas. Jaja, siempre me gusta hacer esta broma cuando conozco a alguien. Se creen que soy futbolista o algo por el estilo. Nada más lejos de la realidad. Soy el “Limpia”. En el barrio todos me llaman así. Pocos conocen mi nombre de verdad, y no te creas que porque eres guapa te lo voy a decir así de buenas a primeras. Yo necesito mi tiempo para estas cosas.

Mi padre también fue el “Limpia” del barrio. Llevo más de 50 años limpiando botas y zapatos con mi caja de madera a cuestas. Lo tengo que dejar por obligación del matasanos. Dice que he inhalado mucho betún y que eso ha afectado a mis pulmones y no les permite hacer su función. Lo que padezco tiene un nombre pero yo como si oyera llover. Lo de la joroba en mi espalda es feo pero al colega no le preocupa tanto pero a mí, me duele un huevo la espalda.

He limpiado millones de botas y zapatos de señores. Las mujeres nunca se prestaron a ello. Siempre fue una cosa de hombres. Cómo decía por mi caja han pasado tíos importantes pero tontos, tíos tontos pero sin importancia y tíos listos. Yo los calaba a una milla. Era capaz de saber muchos secretos del hombre que demandaba mis servicios. Si era un comercial cutre llevaba mocasines baratos y llevaba las suelas remendadas varias veces por un zapatero. Si tenía un lío de faldas, zapato de cordón cerrado con alguna muesca en la piel y algún rastro definitivo en la suela. Si era un chupatintas, zapato de cordón pero de polipiel.

Lo que más me gustaba de mi trabajo era sentarme encima de mi caja y ver la gente pasar. Puro espectáculo y encima me pagaban. Ahora haré lo mismo, me sentaré en un banco y veré la gente pasar. No será lo mismo. Me faltará algo. Mi caja.