miércoles, 14 de marzo de 2012

lo que nunca nos dijimos a la cara

Lágrimas huérfanas discurriendo por mejillas ajenas,
Carcajadas robadas a punta de pistola,
Sueños dormitando en viejas maletas,
Miedos buscando su esperada hora.

Afrentas por menos de lo que cabía esperar,
Reproches indignos de nuestro pasado,
Problemas que no supimos afrontar,
Quizás por no mantener el anonimato.

Distancias difíciles de salvar,
Cafés y cigarritos sin compartir,
Verdades que ya dejaron de importar,
Sin más esperanza que la de fingir.

Pavor por sentir el desprecio amargo,
Susto al ver los minutos restantes,
Esperanza vacía como la de un tango,
Tristeza al ver el uso de tus malas artes.

4 comentarios:

  1. A veces escribes cosas que transmiten nostalgia y amargura. A lo mejor no es la intención ni tiene que ver contigo, pero eso es lo que me despierta...
    Besitos.

    ResponderEliminar
  2. Exter; es totalmente intencionado y por suerte, no tiene que ver conmigo. En este caso, he pensado en un matrimonio de unos 45 años que ya no se soportan pero no pueden separarse.
    Se agradece el comment;)

    ResponderEliminar
  3. "Reproches indignos de nuestro pasado".. da que pensar que en el pasado hubo amor... a ver si hay suerte y les resurje... me gustan los finales felices.:-)

    ResponderEliminar
  4. Marina... a veces los finales NO felices son más felices que los felices. No sé si me explico...

    ResponderEliminar