jueves, 11 de abril de 2013

Desactivando bombas

Mentiría si dijera que me sorprendo a mí mismo observando vidas ajenas. Vuelvo a no decir toda la verdad cuando digo observar en vez de espiar. Estoy sentado en un café de París, cerca del gran ventanal pero no al lado, lo cual me da cierta ventaja estratégica ya que puedo mirar con cierto descaro sin ser descubierto.

Observo-perdón, espío- a un grupo de cuatro jóvenes. Dos parejas en los inicios de la dulce treintena que han escogido vivir sin más presión añadida que la de ir a trabajar, pagar el alquiler y quererse mutuamente. No les culpo, si acaso les envidio a ratos. Disfrutan de un mediodía raramente soleado en la ciudad legendaria con copas de vino y deliciosos platos a su alcance.


Sin apenas darme cuenta, imagino sus vidas. La chica morena de pelo rizado no es guapa ni fea pero tiene estilo por lo que descarto cualquier actividad profesional técnica o contable. Se nota que se cuida y le gusta agradar. Decido que se llama Amélie por su sonrisa radiante y gesto amable.

La castaña de pelo liso es más guapa que no atractiva. Lo sabe y no lo disimula. Su rostro es más duro que el de Amélie dada la marcada angulosidad de sus facciones. Es más alta e intuyo que tiene mejor cuerpo pero tiene pinta de tiburón del marketing y decididamente no es mi tipo. Decido que se llama Anne.

-Cariño, el enano se ha cagado. ¿Puedes cambiarlo?-

Y de la magia y fantasía de París y sus chicas a la Tierra del chapapote.

-Esto te va a costar una noche sin salir a los 16- le digo al enano mientras desactivo el artefacto.

9 comentarios:

  1. Buff menuda vuelta a la realidad.... Me identifico totalmente con el prota de la historia :)

    Un saludo!

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  2. Jajajajajajajajajajaja, pobrecitoooo. No, no me da ninguna pena el protagonista :D
    Muy chulo el relatillo.

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  3. Los bebés no entienden que los papás, a veces, necesitan evadirse, ellos a lo suyo!

    Jeje.

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    Respuestas
    1. MAría; como se nota que lo has sufrido,...

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    2. Uy, personalmente no, estamos en su búsqueda! Pero me fijo en el entorno.

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  4. Jaja, no te preocupes, las dos parejas en unos años estarán igual que tú.
    Los treinta es una buena edad por eso, lo has definido bien, empiezas a estar asentado y a ser maduro, pero sin grandes responsabilidades todavía, puedes vivir a tu ritmo, bonita edad, quien la pillara.
    Besos

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